Ossorio recortables de papel, Recortable de la fortaleza de la Bastilla, La Bastilla protegía el costado oriental izquierdo de la ciudad de París conocida formalmente como la Bastilla Saint-Antoine o Bastida de Saint-Antoine. Desempeñó un papel importante en los conflictos internos de Francia y por la mayor parte de su historia fue usada como una prisión estatal por los reyes de Francia. Fue tomada por una multitud el 14 de julio de 1789 durante la Revolución francesa, convirtiéndose en un símbolo importante del movimiento republicano francés. Tiempo después fue demolida y reemplazada por la Place de la Bastille (Plaza de la Bastilla).Fuente Wikipedia
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Algo más de Historia:
La Bastilla fue una fortaleza situada en el este de París, que jugó un papel fundamental en la historia de Francia, especialmente durante la Revolución Francesa. Construida en el siglo XIV, inicialmente tenía la función de defender la ciudad de posibles invasores durante la Guerra de los Cien Años, pero con el tiempo se convirtió en una prisión estatal, símbolo del absolutismo monárquico y la represión política.
Orígenes y Construcción
La construcción de la Bastilla comenzó en 1370 bajo el reinado de Carlos V de Francia, como parte de las defensas de París contra las incursiones inglesas. Originalmente, era una gran fortificación con ocho torres, muros gruesos y fosos profundos, diseñada para proteger la ciudad en su extremo oriental.
De Fortaleza a Prisión
A lo largo de los siglos, la Bastilla fue perdiendo su función militar y gradualmente se convirtió en una prisión. En el siglo XVII, bajo el reinado de Luis XIII y su primer ministro, el cardenal Richelieu, la Bastilla fue usada como una prisión para prisioneros políticos, intelectuales disidentes y cualquier persona que representara una amenaza para la autoridad real. Aunque no era una cárcel masiva ni tenía una gran capacidad de reclusión, su reputación como símbolo de opresión creció con el tiempo.
Entre los prisioneros más famosos de la Bastilla se encuentran el enigmático Hombre de la Máscara de Hierro y escritores como Voltaire, quien fue encarcelado brevemente por sus críticas al gobierno. La prisión también tenía condiciones relativamente cómodas para los prisioneros de alto estatus social, que podían tener habitaciones privadas y recibir visitas.
La Toma de la Bastilla: El 14 de julio de 1789
El hecho más icónico asociado con la Bastilla es, sin duda, su toma el 14 de julio de 1789, un acontecimiento clave que marcó el inicio de la Revolución Francesa. En esa fecha, los parisinos, enfurecidos por la falta de reformas y la crisis económica, marcharon hacia la Bastilla en busca de armas y municiones para la revuelta popular.
A pesar de que la Bastilla albergaba solo a un puñado de prisioneros en ese momento, se había convertido en un símbolo de la tiranía real. Los insurgentes asaltaron la fortaleza y, tras un enfrentamiento con la pequeña guarnición que la defendía, tomaron el control de la prisión. La toma de la Bastilla fue un acto simbólico y resonante que representó el derrumbe del Antiguo Régimen y la lucha contra la opresión.
La Destrucción de la Bastilla
Tras la toma, la Bastilla fue rápidamente demolida por orden de los revolucionarios. Los restos de la fortaleza fueron distribuidos como souvenirs, y parte de las piedras fueron utilizadas para construir el Puente de la Concordia en París. La Bastilla desapareció físicamente, pero su importancia simbólica perduró.
La Bastilla como Símbolo
Con el tiempo, la Bastilla pasó a ser un símbolo de libertad y resistencia contra la opresión. El 14 de julio, conocido como el Día de la Bastilla, se celebra anualmente como la fiesta nacional de Francia, conmemorando la lucha por la libertad y los valores republicanos. Hoy, donde alguna vez estuvo la Bastilla, se encuentra la Plaza de la Bastilla, un lugar emblemático en París que recuerda este momento decisivo en la historia francesa.
Conclusión
La Bastilla, más que una simple fortaleza o prisión, se ha convertido en un símbolo universal de la lucha por la libertad y la justicia. Aunque físicamente desapareció poco después de la Revolución Francesa, su legado sigue vivo en la historia y en la memoria colectiva de Francia y el mundo. La toma de la Bastilla es un recordatorio del poder del pueblo para desafiar la opresión y cambiar el curso de la historia.
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